2/11/11

Nostalgia

No me preocupa que no me hables, me preocupa saber que pudiera pasarte algo en esta vida. Saber que en tu mundo, nadie te pueda lastimar. Que los momentos tuyos, los vivirás con el mejor de los anhelos para seguir adelante, que cada vez que despiertes sientas tocar en tus ojos ese aire que hace respirar cada ilusión que lo mantiene a uno vivo.
Que si no te pudiera ver es lo menos que llevo en cuenta, solo me preocupa que en la visión de tu vida haya un camino extenso lleno de maravillas que llenen tus expectativas.
Solo saber, que con la compañía de un destino, que sea complemento tuyo, tengas las ganas de enfrentar los altos y bajos de las casualidades de la vida.

Tal vez, jamás me entere, de qué es lo primero que haces en las mañanas, o cuando te vez al espejo, a quien vez después de ti.
No sabré si cuando estés cansada luego de un día martirioso, el sudor del alma empape tu frente o todo tu ser.
No sabré si el color de tu piel sea el mismo cuando alguien te ponga nerviosa o  al roce de unos labios, se enloquezca y resbale a entregarse.  
Es, lo sé, difícil saber, de cuántas vidas traerán tu propia vida, de los sacrificios que harás para dar lo mejor de ti. Eso no lo sabré.
No me preocupa si ya no te puedo tocar, pues llevo en la mente, el primer contacto que tuve contigo, cuando vi tus ojos serenos, y a través de ellos pude entender que eras el inicio de una historia que jamás tendrá final.
Quizá, te sea raro leer esto, o tal vez, pensarás que estoy loco, pero cada palabra la escribo con toda la emoción que llevo adentro, que me permite y me obliga a quererte aunque entre cada palabra haya  un espacio en blanco.
No sé si entre cada querer, pierda la lógica de mis días. No sé si entre cada día solo mi lógica sea quererte.

Si cuando los años pasen en un abrir y cerrar de ojos,  y los años tuyos y míos estén en su apogeo, caminaré a un rincón para quererte, y desearte todo lo mejor de lo que no  pude darte. Mas al final de mis pensamientos estaré feliz, porque en algún momento de mi historia encontré a un ángel, de esos eternos que llevo en mi corazón.

12/8/11

Dormita, mi niña


Marchitan tus ojos
niña de otoño.
derramas mil penas,
diluvios de arena.

Decae el aliento
del ameno recuerdo,
de la media sonrisa,
de un “te quiero” añoroso.

Que si al final de la estación
ya no sepas dibujar
que de algún suspiro
todo a de acabar.

No temas, hay primavera,
mariposas al vuelo.
Dormita, niña del cielo.
Sueña de nuevo.

18/2/11

El final

Las palabras van…

Y empiezan con mayúscula

Bajo los consuelos de una bella canción.

Tus ojos rozan el último dolor

Que me hicieron sentir

Cuando corriste y mi alma se despojó

Del quinto suspiro.

Que las llamadas son un consuelo.

Y las mañanas estan sin techo.

Que apareces como una pluma,

Y en los aires desapareces.

Las razones ya no importan,

Pues de nadar ya me he cansado,

Para seguirte escribiendo cada palabra,

Con cada coma y cada punto final.